LAS RUTAS MILENARIAS DE TARAPACÁ

La Pampa del Tamarugal, así como el desierto de Atacama, de la cual es parte. ha sido tradicionalmente descrita como uno de los espacios más áridos e inhóspitos de la tierra, lo cual ha generado una imagen de territorio despoblado e incapaz de sostener cualquier tipo de vida, incluida la humana. Esta noción no puede estar más alejada de la realidad, tal y como nos muestran las numerosas investigaciones arqueológicas, antropológicas e históricas que han abordado este espacio. Contrariamente a la imagen de espacio vacío, estos trabajos nos muestran un territorio poblado desde tiempos ancestrales, en donde las mujeres y hombres que lo habitaron supieron conocer las inmensas potencialidades de este espacio, haciendo posible el desarrollo de diversos grupos culturales con una clara identidad arraigada en este territorio.  En estos desarrollos culturales, jugaron un papel central las múltiples rutas que permitieron integrar y articular los diferentes ámbitos geográficos que conforman esta región y que fueron un medio imprescindible para hacer posible la vida en el desierto.